Historia

Primera  Etapa

Después de concluida la Guerra Civil, Oviedo  decide reorganizar su Semana Santa. El resultado fue una única procesión; la general del Santo Entierro que se celebró desde 1941. A la misma acudían las parroquias de la ciudad con sus pasos. La parroquia de Santa María la Real de la Corte lo hacía con el grupo escultórico del Calvario,  perteneciente a las Madres Salesas de nuestra ciudad, y desde 1943, desfilaría con un paso más; la Oración el Huerto.

En el año 1945, ya deja de celebrarse esa procesión general y se inicia una segunda etapa en la Semana Santa ovetense caracterizada por la salida de las procesiones particulares de cada cofradía en un día concreto de la semana. Así las cosas, en la parroquia de la Corte se fundan la denominada Cofradía del Silencio, eligiendo la noche del Jueves Santo para su salida procesional. El único paso que alumbraban era el mencionado de la Oración en el Huerto, salido del taller salmantino del imaginero catalán Inocencio Soriano Montague.

Ya desde estos primeros tiempos la cofradía contó con la decidida ayuda de la Fábrica de armas de la ciudad, cuyos operarios y dirigentes pertenecían a la hermandad. Incluso se contaba con el acompañamiento musical de la banda de tambores y cornetas de la escuela de aprendices de dicha fábrica. Y todos los enseres y tronos se guardaban en dependencias de este complejo fabril.

En los años 50 vive la cofradía sus momentos de mayor brillantez y prosperidad al igual que el resto de las hermandades ovetenses. En 1955 incorporan a la procesión un segundo paso, la imagen de María Santísima de la Amargura. En  1956 realiza un trono para la antigua talla del Crucificado de la Piedad y en 1957 se estrena la imagen del Señor Atado a la Columna (Flagelado). El hábito de los hermanos era negro y los capirotes variaban de color según se acompañara a un paso o a otro. El color blanco era el distintivo de la Oración en el Huerto, el verde del Señor en la Columna, el morado para los del Cristo de la Piedad y el rojo para los de la Amargura. Todos llevaban en el pecho el emblema de la Cofradía compuesto por un cáliz y sobrepuesto el corazón de María traspasado por los siete puñales del dolor, enmarcando el conjunto una cruz griega de brazos iguales. Nada menos que cuatro pasos tenía en aquel momento, cifra no superada por ninguna Cofradía ni entonces ni ahora y los deseos eran los de aumentar la comitiva con dos pasos más; la Coronación de Espinas y Jesús con la Cruz a Cuestas, para de este modo poder completar los misterios de dolor del Santo Rosario.

Todo se disipa al llegar la decadencia del mundo cofrade en la década de los años 60, donde Oviedo acabaría por perder paulatinamente la totalidad de sus procesiones. No obstante la Cofradía del Silencio, permaneció en la memoria de muchos ovetenses que vieron con agrado como comenzaban sus primeros pasos refundadores tras la Pascua de Resurrección de 2001.

Segunda Etapa

El 25 de Abril de 2001, en asamblea constituyente, se refunda la Cofradía con el nombre de COFRADIA DEL SILENCIO Y SANTA CRUZ, y la junta de Seises aprueba los estatutos por los que se regirá la Cofradía (pendientes de la aprobación eclesiástica).

La primera estación de penitencia sale a la calle el Martes Santo del año 2002, con los pasos de La Santa Cruz y el Santo Cristo Flagelado, Titulares de la Cofradía. Posteriormente el Martes Santo de 2007 sale nuevamente nuestra Madre María Santísima de la Amargura, y en el año 2015, tras la modificación de los estatutos, se vuelve a incorporar a la procesión el paso del Santísimo Cristo de la Piedad (Recientemente restaurado).

El 3 de Diciembre de 2015, S.M. el Rey D. Felipe VI concede a la Cofradía el titulo de REAL; y en Agosto de 2016 el Arzobispo Castrense de España, D. Juan del Rio Martin, concede la medalla del CENTENARIO de la Virgen del Pilar como Patrona de la Guardia Civil a nuestra Real Cofradía.